El Dr. Andrés Pérez Nieto, cirujano facial, utiliza el término “efecto acordeón” para describir una preocupación común expresada por pacientes después de someterse a procedimientos de rejuvenecimiento facial, tanto parcial como total.
El Dr. Andrés Pérez Nieto, cirujano facial, utiliza el término “efecto acordeón” para describir una preocupación común expresada por pacientes después de someterse a procedimientos de rejuvenecimiento facial, tanto parcial como total.
Es habitual que los pacientes manifiesten lo siguiente:
- “Doctor, me incomoda que al sonreír se me formen arrugas.”
- “Doctor, estoy satisfecha con mi cirugía, pero aún noto algunas arrugas en mi rostro.”
El “efecto acordeón” se refiere al fenómeno por el cual los músculos faciales, al contraerse, generan pliegues en la piel, similares a los que se forman al comprimir un acordeón. El rostro humano posee aproximadamente 43 músculos denominados músculos de la expresión, responsables de las contracciones que producen las expresiones faciales cuando sonreímos, mostramos tristeza o expresamos emociones.
Al igual que un acordeón se pliega y despliega, los músculos faciales crean arrugas o líneas de expresión al contraerse. Este proceso es completamente natural y es parte integral de la expresión humana.
A través de procedimientos de rejuvenecimiento facial como la blefaroplastia o el lifting de mejillas y cuello, el Dr. Pérez Nieto reposiciona los tejidos blandos en su lugar anatómicamente correcto y elimina el exceso de piel. No obstante, estos procedimientos no están diseñados para inactivar los músculos de la expresión, ya que hacerlo resultaría en un rostro sin vida y carente de naturalidad.
Es importante entender que, aunque una cirugía facial puede atenuar las líneas de expresión, no las elimina por completo. Sin embargo, el resultado es un rostro más rejuvenecido y con arrugas menos evidentes.
El Dr. Pérez Nieto también recomienda la aplicación regular de Botox después de un procedimiento de rejuvenecimiento facial, con el objetivo de reducir aún más la aparición de líneas de expresión y prevenir su profundización con el tiempo.